- Mostrar interés y aceptación por ellos
- Paciencia y comprensión
- Uso de lenguaje comprensible y habilidades de escucha
Es bueno hacerles ver que aun hay cosas que ellos pueden hacer por si mismas, debemos estimular a la persona mayor para que sigan utilizando las facultades que todavía tienen, pero no hay que exigirles mas de lo que pueden hacer ni exponerlos al fracaso o a riesgos innecesarios.
Mantener aquellas rutinas que favorezcan su autonomía como en el aseo, la comida y manejar sus horarios para elevar la calidad de vida de la población para que alcance una vejez saludable y satisfactoria. De la mano con la sociedad civil, deben dirigirse acciones a desarrollar un sistema institucional de atención a la tercera edad y de programas lúdico-productivos que permitan enfrentar los cambios sociales y económicos que implican tener una población de adultos mayores cada vez mas numerosa, al tiempo que buscará desarrollar una cultura donde los y las adultas mayores sean considerados como símbolo de sabiduría y respeto.
Envejecer no significa enfermarse, sin embargo con el paso de los años el organismo se vuelve más propenso a enfermedades. Nuestras células se reproducen más lentamente, provocando un paulatino deterioro de nuestros órganos y sistemas. Esto finalmente se denomina envejecimiento Las diferentes maneras de afrontar el envejecimiento influyen factores sociales, culturales, educativos y personales. Entre los factores personales se encuentra nuestra propia historia de vida y nuestras características personales. Un envejecimiento satisfactorio se encuentra ante una actitud positiva y abierta, sentirse activos, con el mantenimiento de relaciones sociales y sentir que formamos parte de la sociedad. Por lo contrario, creer que al hacerse mayores las personas se vuelven inútiles y pasivas o pierden la posibilidad de experimentar deseos, necesidades de continuar aprendiendo, o sueños e ilusiones. Resulta una condición desfavorable para afrontar satisfactoriamente el envejecimiento.
Es difícil mantener una actitud positiva, cuando no existen condiciones apropiadas a nivel familiar, social y cultural para el desarrollo y satisfacción de las necesidades propias del adulto mayor. Como ejemplos de ello, la infraestructura de nuestra sociedad no está diseñada para la movilización segura del adulto mayor; aún dentro de sus hogares existen peligros, como una posible caída, la necesidad de subir varias gradas, y un pobre acondicionamiento de los hogares para facilitarles su independencia.